Muchas empresas están empezando a adoptar la semana laboral de 4 días, una medida que huye de la rigidez y demuestra su capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
La innovación y el progreso se abren paso en un mundo cada vez más incierto, competitivo y en constantes procesos de cambio. Aunque representa un desafío que cada empresa deberá adaptar de acuerdo a su experiencia, la flexibilidad es una de las muchas ventajas por descubrir de la jornada laboral de 4 días, por lo que es importante seguir explorando e investigando esta nueva metodología laboral. Es el caso de la agencia británica Amplitude.
Amplitude encontró la fórmula perfecta para su equipo
La fundadora de la agencia creativa Amplitude, Jo Burns-Russell, ha implementado la semana laboral durante 6 meses, una experiencia de flexibilidad y evolución que llevó a la empresa a encontrar su modelo propio.
Antes de comenzar el proyecto, la flexibilidad en cuanto a horas era limitada. Sin embargo, tras unirse al experimento en el Reino Unido y realizar sesiones de ayuda con la organización encargada de dicho experimento (4 day week global), llevaron a cabo cambios importantes para adaptarse al nuevo sistema. Fue necesario optimizar la comunicación con los clientes y reorganizar la gestión de proyectos para cubrir mejor el nuevo tiempo efectivo de trabajo.
Los empleados empezaron a trabajar 8 horas al día durante 4 días a la semana, pudiendo elegir entre tener miércoles o viernes libres. Si bien seis meses es poco tiempo para evaluar la relación entre jornada laboral e ingresos, el dato de que al final de la prueba los ingresos no hayan disminuido demuestra que la jornada laboral de 4 días tiene un gran potencial de beneficios.
Burns-Russell destaca que la transparencia fue clave en la implementación de este cambio. La semana de 4 días fue muy efectiva, pero Burns-Russell consideró que el modelo también era demasiado prescriptivo, ya que cada empleado tiene necesidades y horarios distintos. Algunos necesitan tiempo por la mañana, mientras que otros prefieren trabajar menos días y tener más tiempo libre. Para dar más autonomía a sus empleados, permitió que cada uno pudiera trabajar de acuerdo a su productividad.
Por ello y para no volver a las 40 horas semanales, optaron por una semana flexible de 35 horas distribuidas en 4 o 5 días, según las preferencias de cada uno.
Una de las claves para aprovechar al máximo el tiempo dentro de la propia jornada laboral de 4 días es dar a los empleados, dentro de lo posible, la libertad de elegir su horario dentro de unos márgenes preestablecidos y tener la organización necesaria para poder manejar con acierto los diferentes proyectos, las relaciones entre clientes en diferentes zonas horarias y con necesidades específicas.
En definitiva, la semana laboral de 4 días es una semilla para conseguir flexibilidad real en los horarios de trabajo, libertad y adaptabilidad, aspectos claves para la productividad empresarial y el tándem felicidad/salud del personal.
Fuentes:
